CIRUGIA O MICROESPUMA

Cuando se necesita tratar unas varices, el primer paso, y principal, es realizar un correcto diagnóstico para de esta forma programar el tratamiento que se va a realizar.
En el caso de la cirugía se decidirá que varices se van a tratar, ya que las mas pequeñas, las reticulares, no son fácilmente asequibles con la cirugía.
En el caso de la microespuma es necesario para el planteamiento y el orden a tratar, ya que no se excluye ninguna variz, pues todas son asequibles al tratamiento.
En el caso de la cirugía se debe previamente realizar una anestesia, a veces general y otras veces anestesia localizada.
En el caso de la microespuma no existe la anestesia ya que el tratamiento es muy poco molesto.
En el caso de la cirugía el postoperatorio suele ser molesto para la recuperación de los tejidos afectados por los cortes.
En el caso de la microespuma no existe postoperatorio, y el paciente sale de la clínica dispuesto a realizar vida normal.
Y para mí, con los 31 años de experiencia en tratamientos con microespuma, existe una diferencia fundamental entre ambas técnicas, la cirugía no es fácil repetir en caso de que no quedara totalmente resuelto, y el paciente queda con todo lo que no se resuelva en la cirugía, por rotura de vaso, por imposibilidad técnica…etc.
La microespuma permite , con facilidad, revisar el proceso cómodamente hasta su total resolución, tanto de varices grandes como pequeñas.
Teniendo en cuenta la seguridad, los resultados más completos y la comodidad, la técnica de microespuma está desplazando en los centros al uso de la cirugía para tratamiento de todo tipo de varices.

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